Un café con Leire

Relatos, citas, reflexiones… y alguna cosa más.

Archivar para el mes “enero, 2013”

Último día de clase

instituto

Hoy era el gran día, el último día de clase. Para James J. Silly, o «piraña», «inmensa bola mantecosa», «zampabollos», también lo era. Casi nadie lo conocía por su nombre, aunque sí por su apellido. No ayudaba en nada. Se preguntaba una y otra vez por qué su padre no se cambió el apellido cuando pudo, por qué decidió ponérselo a su hijo y que sufriera las burlas de todos, iniciando así un camino de mofas y escarnios, inocentadas y putadas que duraron desde el colegio al último día de instituto. Parecía como si hubiese crecido ya con una marca que lo identificaba como blanco de las burlas. No había servido de nada cambiarlo de colegio ni el cambio al instituto. Pero él ya había decidido que no iría a la universidad, así que no tenía ya que preocuparse por si se burlarían de él allí o no. Leer más…

Esfuerzo y recompensa

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.

Mahatma Gandhi

La fuga

La fuga

Se apoyó jadeante en la pared. Su corazón acelerado golpeaba contra su pecho y le faltaba el aire. No podía haber sido tan fácil. Observó alrededor las tuberías de todos los tamaños que cruzaban el pasillo en el que ahora se encontraba. Aunque entraba algo de luz desde algún lugar por arriba, el corredor estaba en penumbras y tuvo que sacar la vela y las cerillas de una de las bolsas de plástico que llevaba en la mochila. En las otras bolsas estaban la ropa y los zapatos que esperaba que no se mojasen llegado el momento. En apenas un minuto, había encendido la vela, guardado de nuevo las cerillas y observaba las pisadas sobre la capa de polvo reinante. McDonnald tenía razón, al fin y al cabo. Leer más…

Hijos, árboles y libros

Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro es fácil;

lo difícil es criar un hijo, regar el árbol y que alguien lea el libro.

Leído en alguna parte en internet.

Yo escribo

yo_escribo

Voy a permitirme la indecencia de plagiar una primera frase de John Boyne que me sirve como introducción a lo que quiero confesar. Tan solo matizar que la escritura es solo una parte de mi vida, y bastante pequeña (de momento o para siempre), y estas lineas deben de mantenerse en este contexto.

Como la mayoría de los escritores, no escribo porque lo haya elegido; escribo porque tengo que hacerlo.
Escribo porque llegó un día en el que me cansé de recibir y quise dar.
Escribo porque un deseo oculto, camuflado durante años, ha salido de su escondite y se ha mostrado.
Escribo porque para mí es una necesidad que tengo, como puede ser comer o dormir, pero que puedo suprimir sin morir. Leer más…

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