Un café con Leire

Relatos, citas, reflexiones… y alguna cosa más.

Archivar para el mes “febrero, 2012”

Miedo

Te he hablado muchas veces del miedo, ¿verdad? A día de hoy, si te preguntase «¿Para qué sirve el miedo?» automáticamente me contestarías «Para no hacer cosas». Pero bueno, ya no eres una niña. Te diré un par de citas, que siempre me gustaron sobre el miedo:

El miedo es lo que nos hace perder nuestra conciencia. También es lo que nos convierte en cobardes.

Cuando se tiene miedo, se pierde la capacidad de análisis y de reflexión. Nuestro pavor nos paraliza. Por eso el miedo es siempre el motor de la represión.

Nunca pasa nada

—No entiendo nada, Rodríguez.
El inspector Márquez miraba al preso desde detrás del cristal tintado en la sala de interrogatorios. Llevaba en la mano el expediente del chico y no le cabía en la cabeza cómo alguien con ese currículum y, al menos en apariencia, tan normal, podía haber matado al alcalde. Lo cierto es que, a pesar del aspecto que tenía después de que le propinaran una paliza, no le daba ninguna pena. Alguien que le quitaba la vida a otra persona, siendo plenamente consciente de ello, merecía pasarse el resto de su vida en la cárcel.
Miró al agente Rodríguez, que observaba indiferente a través del cristal, mientras daba pequeños sorbos a su taza de té, con la mirada en otro mundo.
El inspector Márquez hizo un tubo con el dossier y se dirigió hacia la puerta, para después entrar en la sala de interrogatorios. Halló al chico en la misma posición que había adoptado desde que se sentó: las manos encima de la mesa y la mirada baja. Leer más…

El primer cuento de Sofía

Si, eso me recuerda la primera vez que tu hermana me contó un cuento de cosecha propia. Tenía cinco años, casi seis, y estábamos en plena ola de frío siberiana, un fenómeno que cada vez se ha hecho más frecuente. Me hizo gracia, porque se suponía que era yo quien le iba a contar el cuento. Pero me dijo «Aló, hoy te voy a contar yo un cuento que me he inventado». Dice así:

 El ratón y el hombre

Esto es un ratón que va por el mar, en barca claro, y se encuentra a un hombre que le dice «déjame subir, déjame subir», y el ratón le contesta: «no»

Llega a casa, se pone el pijama, y se acuesta a dormir. Y el hombre «déjame subir, déjame subir», pero como el ratón está dormido, pues no le entiende.

Por la mañana, suena el gallo, y se va otra vez con la barca por el mar y el hombre le dice «déjame subir, déjame subir» y el ratón le dice «no no no, no y no».

Y se va a casa. Y cuando llega, se pone a tocar el piano «tin, tin tin, tin tin». Pero suena muy mal, así que abre la tapa y mira dentro y está lleno de polvo. «¿Y ahora que hago?». «ah, tengo una idea».

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Curioso, ¿verdad?

Bienvenido

Bienvenido a mi pequeño rincón. Si has llegado hasta aquí, o eres amigo del autor, o es que te has perdido. Por si fuese lo segundo, este blog más no es más que una pequeña recopilación de ideas, conceptos y relatos. Y, bueno, seguramente aparezca alguna entrada de política debido a la indignación reciente que tenemos.

Si crees que tienes algo que decir en algún momento, no dejes de comentar, que los comentarios siempre son agradecidos.

Un saludo

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