Recuerdos
—Los buenos recuerdos son engañosos —dijo Danzô con voz ausente—, son como las piedras sumergidas en el lecho de un río: la corriente va puliendo sus filos y aristas hasta que sólo queda la forma suave y redondeada de aquello que queremos recordar. Pero nada fue tan hermoso como lo atesoramos en nuestra memoria.A Senjyu le pareció una idea más propia de un filósofo o un poeta que de un hombre que se ganaba la vida en la montaña.—Es un pensamiento amargo —dijo por fin el samurái.
El Guerrero a la Sombra del Cerezo – David B. Gil
Es que así es,con la perspectiva que dá el tiempo nuestra mente va puliendo todos los recuerdos hasta hacernos olvidar todo aquello que fue desagradable y horrible.Es un mecanismo de defensa.
Cierto, es un mecanismo de defensa para que los recuerdos no nos hagan sufrir demasiado. Me gustó mucho el ejemplo, por eso decidí compartirlo aquí.
Un abrazo.
¡Qué bonita cita!
Me la voy a guardar y me anoto el título porque, si todo es como este fragmento, es de los que me gustan.
Besos de tinta
P.D.: Yo no tengo cuenta aquí, ¿cómo puedo seguirte?
Hola Morgana,
Pues la verdad es que tiene bastantes, algunas de ellas muy buenas que he ido anotando. Sin duda es un libro muy recomendable si te gusta las novelas ambientadas en el Japón feudal.
Creo que la forma de seguirme es mediante correo electrónico en la columna de la derecha «Sígueme e-mail».
Nos leemos.
Gracias por citarlo. Ese fragmento también me gusta especialmente.
De nada. Un placer verte por aquí.
Un saludo.