El secreto del universo
El joven discípulo de un viejo maestro de artes marciales se acercó una tarde hasta él para hacerle una pregunta:
—Maestro, ¿cuál es el secreto del universo?
El maestro sopesó la profundidad de la pregunta y de la respuesta.
—El vacío —respondió finalmente.
—Entiendo. Muchas gracias, maestro.
El joven discípulo se despidió con una inclinación y cuando estaba a unos pasos de distancia, el maestro lo llamó.
—Aguarda un momento. Respóndeme a una pregunta: ¿cuál es el secreto del universo?
El discípulo lo miró con extrañeza y respondió:
—El vacío.
El viejo sacudió la cabeza.
—Pero maestro, es la respuesta que me has dado.
El viejo clavó su acuosa mirada en él y respondió.
—Cuando yo lo he dicho era cierto, pero cuando lo has dicho tú no. —Ante el rostro contrariado del alumno, añadió—: yo lo he experimentado, y tu no.
Interesante… ¿Son producto tuyo estas reflexiones que últimamente publicas?
Pues lo cierto es que no, pero me hubiese encantado que lo fueran 😉